Esta vez quiero hacer un post corto. Quiero de alguna forma dejar aquí un pequeño reto: ¿Han pensado en realidad cuáles son sus posesiones materiales esenciales y no negociables? Ok, mantengan esa lista en mente. Ahora pasemos a la siguiente pregunta, ¿Han mantenido ciertos pensamientos en su cabeza por mucho tiempo? Y me refiero a cualquier clase, sean sentimientos sobre alguien, el trabajo o situación en específico, expectativas sobre los demás o nosotros, resentimientos, presiones imaginarias que nos ponemos a nosotros mismos, incluso tareas por hacer, proyectos por cumplir… si… todos esos pensamientos que podemos llegar a rumiar por mucho tiempo. ¿Tienen esa lista de pensamientos? Ok. Ahora la pregunta del millón:
¿Alguno de esos pensamientos y listas mentales es vital para nuestra existencia? ¿Cuántos de estos fueron inventados por nosotros sin ningún propósito?
Aquí empieza el reto, un tanto difícil, pero necesario: el de quitarnos lo que no es esencial y lo que en vez de ayudar, solo nos abruma.
Desde hace un par de semanas que he estado en constante depuración en la casa, pero de repente me empecé a fijar no solo en mi closet y otras cosas personales, sino también en mis pensamientos y lo bien que me ha caído dejar ir ciertos hábitos. Por ejemplo el escribir hace que seamos más conscientes de nuestros pensamientos, así que el hacerlo todos los días me ha ayudado muchísimo, y el poco a poco ir soltando las cosas que al final solo me agregan estrés o una carga innecesaria.
Así que, ¿por qué no empezar ese reto desde hoy? Démonos una oportunidad de analizar todo lo que ocupa espacio en nuestra cabeza, analizar lo que en verdad nos da valor y poco a poco (porque sé que no es nada fácil) ir desechando lo demás. Empecemos a restar para proteger nuestra salud mental.