Hoy quiero compartir lo que pintamos el domingo pasado con Paula 🙂 La verdad es que ese día, a pesar de tener un par de pausas para ver la TV, me la pasé muy bien con ella. Siempre he sido de la opinión de que es importante detenerse de vez en cuando y descansar. Más que nada cuando se tiene hijos. Después de 5 años de experiencia en el asunto (hahaha) he llegado al punto de no estresarme por los juguetes tirados, si hay platos sucios o la casa no se ve como uno quiere. Si… hay días para limpiar y cuidar la casa… pero también hay otros días donde uno literal no hace nada de la casa y se dedica solamente a disfrutar de la compañía de su familia. No se planea nada, y las actividades van surgiendo de forma espontánea una tras otra.

Este día fue uno de esos.

Nos sentamos a pintar en el piso juntas. Estuvimos en la hamaca del jardín, leí un poco mi libro de poemas de Jaime Sabines (más sobre él en otro post), desayunamos y estuvimos en pijama hasta mediodía. En general, fue de ese tipo de días donde logré sentir que me recargué y descansé a pesar de estar con ella y la atención que demanda.

Fue así como, al terminar mis dibujos y agregarles ciertos detalles extra, me di cuenta que sería buena idea hacer mi propio mural de dibujos en mi nuevo estudio… igual que Paula tiene en su cuarto 🙂

A todo esto ¿por qué vivir sin miedo? en mi caso, he estado re aprendiendo las últimas semanas, como conté en mi último post, a no juzgar lo que quiero crear. Y qué mejor forma de hacerlo que aceptándolo, exhibiéndolo en mi estudio y compartiéndolo aquí en el post. 🙂

Si les gusta crear, lo que sea que sea, no dejen que el miedo les impida hacerlo. Me costó mucho tiempo entenderlo, pero si uno necesita expresarse de cualquier forma es importante solo hacerlo.

“Just do it”

Sin importar el resultado, sin importar si nos van a dar cumplidos. Crear solo por el hecho de que necesitamos expresarnos y poner en la vida real lo que tenemos en nuestra cabeza. Eso por sí solo, ya es un éxito.