Hace un par de semanas terminamos de decorar mi estudio :p De hecho, quería contar una pequeña historia de algo que nos pasó cuando fuimos a hacer las impresiones para los cuadros de mi repisa.
Fuimos a imprimir al lugar de siempre, pero resultó que en la cola estaba una ex-alumna de Crystian. (Por si no sabían, Crystian es catedrático de universidad) Al final, nos quedamos platicando con ella en lo que nos atendían. Para ser honesta, no me esperaba a tener una plática tan fluida con alguien que acababa de conocer en el momento (hahaha) pero de verdad me sorprendió no solo lo amable que fue con Paula, sino también lo buena que es para dibujar y su pasión por el arte.
Lo interesante pasó cuando me enseñó su computadora y lo que llegaba a imprimir: estaba haciendo su propia revista. Andrea me explicó que estaba recopilando todos sus dibujos, desde sus primeros sketches a los últimos diseños de stickers y dibujos detallados. Me encantó cómo me explicaba todo, se notaba lo mucho que le gusta, y todavía agregó al final:
“Lo voy a intentar vender, y si no se vende no me importa. A mi me gustó mucho todo el proceso de hacerlo”
Me dejó marcada eso. En general, siempre he pensado que es raro conocer personas con hobbies y proyectos tan definidos. Y me refiero a hobbies de verdad, sin pantallas. En ese momento llegué a la conclusión que admiro mucho a las personas que les gusta crear y compartir sin importar los resultados. En otras palabras, admiro mucho a Andrea.
Lamentablemente no pude seguir hablando mucho con ella. Lo bueno es que antes de irnos logré obtener su Instagram, del cual estaré muy pendiente.
Poco a poco, iré perdiendo el temor de seguir dibujando y compartirlo. Para mientras, inspirada en Andrea y el mural de Paula, empezaré a llenar mi pared de mis dibujos. Así que próximamente espero compartirles una foto de cómo va 🙂