El domingo pasado fuimos de regreso a la laguna de la Finca Cienaguilla. Pero esta vez fue distinto, llevamos a mi suegro a pescar 🙂 De hecho, tanto para Paula como para mi, fue una experiencia nueva. Al final, no atrapamos nada, pero me dio ternura que Paula decía que quería atrapar peces para después regresarlos al agua. No se los quería llevar.

Me hace muy feliz seguir visitando lugares así y ver cómo Paula cada vez se siente más cómoda entre la naturaleza. Lo único que nos han regañado cuando vamos a la laguna es que no llevamos chaleco salvavidas para ella cuando la subimos a los barcos. Pero gracias a Dios, entre toda su actividad, se logra calmar un poco en esos momentos y disfrutar el paseo.

En lo personal, a pesar de no sentirme bien del estómago esos días, estuve pensando mucho sobre el futuro de Inspiración Volátil y el impacto de lo que hago (o dejo de hacer incluso) en mi salud mental. Ya van 3 meses que no he subido videos ni podcasts, y la verdad es que no quiero seguir así. Siempre hay algo en la naturaleza que me calma y reconforta, así que aunque haya sido una salida corta, me ayudó a sentirme bien. Espero poder contarles un poco más en unos días.

Así que, como dijo mi suegro, que esto nos sirva de excusa a todos para seguir explorando y regresando a nuestros lugares favoritos dentro de la naturaleza. Y lo más importante, cuidarlos y respetarlos. Más ahora que se acerca la Semana Santa y se viene época alta de turismo.

Aprovecho para preguntar, ¿y ustedes iran a explorar esta Semana Santa?