Esta semana ha sido un tanto diferente. Por primera vez mi hija se enfermó de gripe y tos, y ya se imaginarán como nos enfermamos el resto de miembros de la familia. Ahora ella está como si nada, y yo parezco una mamá zombie. Hoy por lo menos ya me voy sintiendo un poco mejor.
Cuento esto, porque de hecho, grabé este podcast en uno de esos días que ya no aguantaba y ella se quedó dormida. En este episodio comparto algo que hace mucho tiempo no me ponía a pensar: el hecho que uno quiera simplificar y mejorar su vida no hace que automáticamente seamos inmunes a los momentos duros y estresantes. Ya no diré más, si no les arruinaré el episodio, así que mejor los invito a escucharlo aquí abajo: